Reflexiones

Hace una semana gracias a Leandro me enteré que el socio Carlos Palladino, había sufrido un accidente, y decidimos pasar a visitarlo. Su situación es realmente compleja, una caída le afectó la columna impidiéndole toda movilidad. Charlando con él, nos fue contando sus vivencias en el club desde muy chico con su padre que con su cinturón lo ataba a los banquitos para que no corriera riesgos, o sus andanzas en el Seguí también con su padre, en el año 1955 que la dramática revolución los dejó varados en el Guazú por la suspensión del servicio de lanchas junto otros socios que disfrutaban la temporada de pejerrey, cuando se pescaban cantidades inimaginables. Mientras la conversación transcurría nos transmitió su inquietud por no haber pagado su cuota social …

Qué enorme significado adquiere el Club de pescadores en estos relatos y evocaciones, cuánto amor hay acumulado en cada cimiento, en cada madero, en cada banco en cada rincón donde tantos como Don Carlos, haciéndome eco de sus palabras encontraron su lugar en el mundo …

Su preocupación fue rápidamente resuelta por otros compañeros pescadores que se hicieron cargo de su cuota hasta tanto se recupere, yo en lo personal estoy seguro que la ilusión de transitar el viejo muelle a compartir con sus amigos su día de pesca le otorgará la fuerza necesaria para transitar este difícil momento.

Un fuerte abrazo de todos los socios, lo esperamos.