Paraná Guazú
- Escrito por Angel Francisco Colombo
Fin de un ciclo: el destino ha querido que me toque presenciar dos momentos particulares del Anexo tan querido, el día que se terminó de colocar el puente sobre el arroyo Negro, hecho de una gran trascendencia. Por primera vez se accedía masivamente a un muelle amplio sobre la costa de nuestra isla, anteriormente un pequeño muelle frente a un remanso donde se podía llegar solo en bote. Fue un proceso largo conseguir la autorización del Sr. Shultz que no mantenía la mejor relación con nuestro Club, con el amigo inolvidable Joaquín Rocca Rivarola, Presidente que llevó adelante cambios que marcaron el rumbo futuro del Club, después de muchos desayunos en la casa del amigo Shultz y cenas en nuestra sede Guazú con la inefable asistencia culinaria del amigo Bicho Ramos conseguimos el permiso para concretar un puente para cruzar el arroyo, con ciertas condiciones, que fuese levadizo para se pudiera pasar con su chata car gada de madera y el permiso para acceder al anexo por el camino que hoy usamos construido en terrenos de nuestro vecino, cedidos a través de una escritura de servidumbre de paso a perpetuidad, fue un momento único y la bisagra que permitió al anexo ser lo que es hoy.
Todo bien, pero este proyecto había que concretarlo con hechos y allí aparecieron socios geniales en una subcomisión histórica para la vida del anexo, Ralph Groves, Bicho Ramos, Beto Maxera, Pichi Tella, Omar Navares, Oscar Navove, ellos y un pibe joven que recién empezaba en el Club, Rafael Szpytma.
El ingenioso Navone ya fallecido y su ladero permanente Pichi Tella construyeron entre tantas cosas el famoso puente "Navone". En el comedor del anexo existe una foto donde se ve el día que se terminó de instalar, hoy con el arroyo poco menos que bloqueado su uso no era imprescindible, y aquel chico hoy ya un hombre Rafael con buen criterio y nuestra aprobación lo retiró, por los menos hasta nuevo aviso, haciendo de nuestro actual muelle aún no terminado, sin temor a equivocarme el mejor que tuvo el anexo en toda su historia. A todos los que trabajan por el club les enviamos un fuerte abrazo y el más entrañable recuerdo para alguien que ya no está, pero dejó una huella imborrable en su paso por el Club, GRACIAS OSCAR NAVONE.
Por Francisco Colombo