Queridos amigos de mi Club de Pescadores de Buenos Aires:

Soy Diego M. Agazzi socio n° 4686. No hace falta decir lo difícil que se nos hace a todos superar esta situación día a día (más aún a los que somos trabajadores de la salud).

A los que no me conocen, hace unos 15 años me asocié al club. Imposible olvidar al Sr. Urretavizcaya con su pipa recibiéndome amablemente, ni al Sr. Perez Uses cuando me regaló mi primer línea de boga al ver que no tenía idea de cómo era la pesca en el muelle.

Tardes épicas compartidas en el viejo mareógrafo con Eduardo Muto, Carlos Ortega, Jorge Pederzoli, Rodo, los Trápaga.

Tuve el honor de participar en la comisión directiva y ver con mis ojos cómo un grupo de personas se desvivía por el bien común de todos los socios.

Hoy, sin querer, buscando inconscientemente algo que me saque por un momento de la angustia colectiva me encontré mirando la página del club, las fotos de los socios orgullosos con las piezas capturadas. Encontré muchos rostros de personas queridas con quienes fui feliz por un momento. Tomé dimensión de la importancia que tenían, lo vital que era recordarlos para revivir esa alegría que alguna vez me invadió. Una mezcla de nostalgia, emoción y felicidad a la vez.

Esto me obligó a escribirles para decirle gracias, a todos, a los miembros de la comisión actual y a los que participaron alguna vez de ese motor que hace funcionar a este club generador de felicidad. A los empleados que están y estuvieron siempre. A los socios que hacen lo imposible para seguir pagando la cuota que tanto nos cuesta pero que hace posible que el club se mantenga en pie. Gracias a los que me brindaron su amistad aunque sea por un momento y a los que me la brindarán cuando esto pase y pueda pisar nuevamente las maderas del muelle, porque esto va a pasar.

Les mando un abrazo muy fuerte.

Diego Agazzi
Socio N° 4686